Corre y presume de culo en verano




Para nadie es un secreto, los glúteos son parte de la anatomía humana que resulta muy atractiva, no sólo para el sexo opuesto, sino para uno mismo. Pueden ser motivo de admiración, envidia y deseo, pero ¿haces algo para que estén como tu quieres?

¿Por qué son tan atractivos los glúteos?

Cualquier explicación se referirá al aspecto sexual antes que a cualquier otra cosa. La primera hipótesis, en un marco antropológico, nos cuenta que los homínidos (antecedente del hombre actual que se desplazaba en cuatro extremidades) copulaban en la posición en que lo hacen los cuadrúpedos, por lo que el punto crucial era el trasero de la hembra, que por cierto acumulaba más carne que el del macho.

En cuanto el hombre se irguió en dos piernas, la redondez de las nalgas compitió como atractivo sexual con la de los senos, tal vez como sucede hasta nuestros días.

La evolución de las prendas de vestir provocó que se ocultaran las nalgas, siendo de esta forma objetos de mayor deseo por tener la categoría de prohibidas.

El aprecio estético hacia el trasero ha tenido connotaciones distintas a lo largo de la historia, quedando plasmado por los artistas de cada momento. El estereotipo de Twiggy es retomado en la pasada década de los 90 y sigue vigente, por lo que los glúteos firmes, redondos y pequeños son prácticamente la moda, en la que también el hombre participa. De manera que si usted quiere cumplir con dichos lineamientos, a continuación te ofrecemos varios ejercicios que te ayudarán a lograrlo:

Comba y escalera

Seas delgada o gordita, los tejidos de las nalgas pierden consistencia y se vuelven flácidos con el paso del tiempo, como sucede con otras partes del cuerpo, por es más evidente en esta región. Así que si no se ejercitan pueden perder firmeza y, por consiguiente, su atractivo.

Para que esto no suceda es muy recomendable subir y bajar escaleras, digamos 25 escalones 20 veces al día. Claro que no es lo más indicado para la primera ocasión, por lo que puede empezar con 100 escalones diarios, e ir incrementando la cuota gradualmente. Pensemos que esta actividad se puede llevar a cabo en las escaleras de casa u oficina, o utilizando una escaladora.

Es muy importante que antes de iniciar cada sesión realices una caminata a paso moderado durante 5 minutos, para que tanto su sistema circulatorio, corazón y músculos de las piernas y glúteos se encuentren en óptimas condiciones para el ejercicio. Es igualmente recomendable que esta rutina se realice sin hacer pausas; recuerda que en la constancia y disciplina estarán los resultados que se desean.

Ahora bien, si lo que quieres es dar firmeza, con ejercitarse mínimo dos veces por semana es suficiente; pero si también deseas incrementar el volumen, practica tres veces en el mismo periodo de tiempo.

¿Te acuerdas cuando saltabas la comba en el colegio? Este es un ejercicio insuperable para conseguir un trasero impactante, así como muslos y pantorrillas.

Puedes iniciar con 10 series de un minuto y 30 segundos, con pausas de recuperación de dos minutos. En este lapso aprovecha para respirar profundamente y recobrar la frecuencia cardiaca, además de realizar ejercicios de estiramiento, para lo cual se aconseja colocar los pies juntos y flexionar el tronco hacia delante hasta tocar tus tobillos (sin hacer esfuerzo por recobrar la postura inicial), manteniendo la posición 10 segundos y repitiendo al menos tres veces.

Ten en cuenta que el trabajo de cuerda es un ejercicio más intenso, que le resultará mucho más exigente que la escalera. No obstante, combinar ambos dará rápidos y mejores resultados, por ello es fundamental que los realices con la técnica adecuada un mínimo de dos veces por semana cada uno, en forma alternada.

Cuidar los hábitos

Uno de los problemas más frecuentes que se presentan en los glúteos es la celulitis, es decir, la acumulación de grasa, agua y toxinas que dificulta la circulación sanguínea, formando pequeños hoyuelos en la piel, semejantes a los de una cáscara de naranja. Su origen principal es la alimentación con altos contenidos de grasa, aunque también deben tomarse en cuenta los trastornos hormonales y la vida sedentaria.

Una buena solución se basa en la práctica de ejercicios físicos antes mencionados, además de la utilización de geles y cremas anticelulíticas en cuya fórmula se contemplen compuestos como algas marinas y vitamina E, entre otros, que mejoran la circulación en la zona. Es importante también reducir la ingestión de grasas de origen animal e incrementar las raciones diarias de frutas y verduras, beber entre 2 y 3 litros de agua diariamente y limitar la ingesta de conservadores, sal y azúcar.

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